¡JR es un digno representante de la 4T!

Durante una de las mañaneras del sexenio de nuestro querido expresidente Andrés Manuel López Obrador, un reportero quiso pasarse de listo y lanzó una pregunta con mala intención, tratando de manchar el trabajo de José Ramón Gómez Leal, quien en ese entonces era delegado de los programas federales en Tamaulipas.

La pregunta iba con veneno: insinuó que por ser cuñado del gobernador de ese estado, Gómez Leal no debía estar en ese cargo. Pero como siempre, AMLO, con la sabiduría, la serenidad y la honestidad que lo caracterizaron durante todo su gobierno, respondió sin dudar:

"¿Qué nos representa? Sí, es cuñado del gobernador, pero no tienen relación; son familiares, pero para decirlo con toda claridad: están peleados."

¡Así de claro y transparente! En la Cuarta Transformación no hay lugar para el compadrazgo ni para el influyentismo. Lo que cuenta son los principios, la lealtad al pueblo y el compromiso con la justicia social.

José Ramón Gómez Leal es un ejemplo de ese compromiso. Siempre ha trabajado con el corazón, visitando comunidades, escuchando a la gente y asegurándose de que los apoyos lleguen a quienes más lo necesitan. No se dejó vencer por los ataques, ni por los rumores, ni por los que quieren ver caer este gran movimiento. Al contrario, respondió con trabajo, con resultados y con cercanía al pueblo.

Esa mañanera fue una muestra más de lo que fue el sexenio de López Obrador: un gobierno que no se dejaba manipular por intereses personales, que hablaba con la verdad y que defendía a quienes realmente estaban del lado del pueblo.

Hoy, desde donde esté, AMLO sigue siendo una figura que inspira y guía este movimiento, y José Ramón Gómez Leal sigue firme, leal y comprometido con la transformación de México.

Porque esto no se trata de cargos ni de apellidos: se trata de servir al pueblo con honestidad, valentía y amor a la patria. Y en eso, Gómez Leal ha dado la cara y ha estado a la altura.

¡Seguimos en pie, con AMLO, con Gómez Leal y con la Cuarta Transformación! Porque el pueblo es quien manda y quien construye el futuro de México.